Sexta parte: Viernes de sorpresas y delirios

Amaneció pensando en los trucos de magia de la carta. Cuando quería ser vista brillaba muchísimo, cuando no se veía opaca y si deseaba dar un mensaje claro hacia que algo le llame la atención. El libro, las gatas comportándose de formas extrañas durante varios días y el papel del editor podrían ser esos elementos llamativos. Lo que seguía siendo inexplicable era que sus compañeros la siguieran en instagram, ella nunca les dijo que tenía una cuenta, su user es @genelouhed y ni siquiera puso su nombre y apellido en la bio.

¿Cómo lo encontraron? Si ni el mismísimo Federico la seguía  y nadie de la oficina lo hacía. Hasta hace tres días no recordaban su nombre, no sabían que día cumplía años y desconocían la existencia de sus gatas. Otro misterio para su mente, ya era habitual que apareciera uno nuevo todo el tiempo.

Louise no estaba durmiendo sobre la mesa, Hedy no paso la noche en el sillón, las cortinas de la ventana se movían y no había viento, nuevos sucesos llamativos que hacían que la carta brille y el ojo parezca vivo. Salto rápido de la cama para observar la hoja. El ojo parecía observarla y cuando ella lo miro fijamente una serie de dibujos empezaron a trazarse: un sobre, una birome, un libro y estrellas, muchas estrellas pequeñas. Lo asocio con el editor y reviso su email, no se equivocó porque había un nuevo mensaje del hombre. Empezaba a comprender el fascinante lenguaje de la carta.

El mensaje del  editor decía que estaba a punto de terminar de leer los cuentos, que solo le faltaban tres. Le dijo que eran sensacionales y que de por seguro que el libro iba a publicarse. La felicito y le pidió que visite su oficina el viernes por la tarde, después del trabajo podría ser. Qué gran manera de empezar el día, su sonrisa era más luminosa que la carta. Antes de irse guardo la carta en la mochila, interpretar símbolos e imágenes era muy gratificante y deseaba hacerlo en sus momentos libres.

Ese viernes era feriado puente y los chicos no tenían clase, venia casi vacío el colectivo. Ella siempre trabajaba en esos feriados, paso todo el viaje pensando en lo feliz que sería si no fuera así  y pudiera quedarse en casa viendo series o leyendo. Valoraba el silencio y la tranquilidad, podía escuchar Aerosmith sin poner el volumen del celular al máximo. Se imaginaba que era feriado y paseaba en ese icónico  auto con Liv Tyler y Alicia Silverstone. Tan lejos no estuvo, su jefe les dio la tarde libre y les dijo que cuando terminen sus tareas podían irse. Tres horas trabajo ese viernes. El sábado por la mañana tampoco debían ir.

Su hermano menor estaba solo en casa y la invito a almorzar, el departamento quedaba a siete cuadras y fue caminando. Guido cocinaba muy bien y ambos veían el mismo tipo de películas, así que comieron pastel de carne con ensalada y vieron la trilogía de Volver al futuro. Necesitaba contarle a alguien lo feliz que estaba por el mensaje del editor y lo hizo, Guido se emocionó al oírlo, él todavía recuerda los cuentos que ella inventaba para entretenerlo cuando era  niño. Génesis es ocho años mayor que Guido y fue la niñera de sus hermanos menores  hasta los dieciocho, mientras su madre trabajaba  ella les hacia la comida, los iba a buscar a la escuela, iba a las reuniones de madres y los acompañaba al médico, entre otras actividades. Es su hermana y su segunda madre, a Guido le encanto saber que estaba cerca de cumplir su sueño, nadie merece más belleza del mundo que ella.

Fue a su cita con el editor después de merendar con su hermanito. Le atribuyo la decisión de su jefe al poder mágico de la carta, es la primera vez que sucedía eso en la oficina. Desde que encontró la carta le aumento el sueldo, la felicito, le regalo una boina y ahora le daba una tarde de viernes libre, nunca había imaginado tantas sorpresas juntas. El editor le dijo que ya  había leído los tres cuentos que le faltaban y su idea seguía intacta, su libro iba a publicarse dentro de muy poco. Él mismo iba a pagar los costos, su trabajo era una excelente inversión para su editorial. Lo abrazo y termino humedeciendo el traje del hombre con sus lágrimas, sus lágrimas de felicidad.

Invito a Federico a su monoambiente, festejaron cenando pizza, tomando vino y viendo la última temporada de Dark. La carta brillaba dentro de la mochila, Louise y Hedy la vieron y tiraron la mochila al suelo para tomarla. Génesis escucho el ruido, ella salió de la cama para levantarla, sacar la carta del bolsillo y abrirla. Federico se hacia el dormido y chusmeaba desde la cama.

La carta no brillaba pero conservaba las estrellas. El ojo la observaba y ella le dijo “gracias por este hermoso día”. Las gatas querían verla, así que la dejo abierta sobre el escritorio. Minutos después le estaban respondiendo al ojo y el papel brillaba de nuevo.

Federico se fue a dormir con muchas dudas y tuvo sueños muy raros, en uno de ellos un anciano desconocido lo guiaba hacia Génesis, ella vestía un traje de novia y cuando tomo su mano el señor desapareció. Minutos después una máquina de escribir apareció en el salón y empezó a funcionar sola. Las gatas le hablaban en un extraño lenguaje de señas y la maquina parecía escribir lo que decían, quiso acercarse para leerlo y Génesis le dijo “No hace falta, no nos entrometamos en su trabajo, vayamos a mirar las estrellas”.

Despertó primero y volvió a presenciar la escena, Hedy y Louise observaban la hoja y le respondían con ese lenguaje. El papel brillaba  y un rayo luminoso movía algunos objetos. Culpó a la nueva  medicación que le dio su psiquiatra, pensó que estaba delirando. No le hizo caso a la chica del sueño, se entrometió en su trabajo de todos modos. 

 

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